El jabón es un detergente muy antiguo, se han encontrado restos de origen babilónico de 2.800 años de antigüedad, que ha sido clave en la higiene y salud de la población mundial durante siglos. Se ha usado para higiene personal, de vajillas, del hogar, etc.
Es un elemento muy común en todos los hogares y todos estamos familiarizados con él, la cotidianidad de su uso puede llevarnos a cometer fallos en su uso, es un gran desengrasante al hacer miscibles el agua con la grasa, pero no higieniza directamente sino que permite el arrastre del sustrato donde viven las bacterias, virus y demás microbios. Intuitivamente podemos pensar que cuanto más jabón más limpieza ¿Pero esto garantiza la higiene absoluta de vajillas, suelos y ropa? pues NO. Curiosamente, el jabón y el detergente son nutrientes para las bacterias, por lo que si no enjuagamos bien manos, ropa, etc. crearemos un caldo de cultivo para las más diversas cepas bacterianas e incluso si enjuagamos bien, habremos arrastrado las bacterias del sustrato graso pero no habremos higienizado la superficie (piel, ropa, suelo, etc.).
KLORMED es un potente biocida que aparte de limpiar suelos, ropa, vajilla, etc (pese a no ser tan desengrasante como el jabón) elimina los más diversos microorganismos, bacterias (Eschericia spp, Campylobacter, E. coli, Enterococo, Salmonela, Estafilococos, Estreptococos, microbacterias, etc.), hongos (Aspergillius, Candida) esporas e incluso virus (VIH, Hepatitis B, Herpes, Gripe aviar, etc)
De manera que tanto a nivel profesional como particular podemos, no sólo limpiar perfectamente espejos, mesas, ropa y suelos sino garantizar su higiene microbiológica, lo cual puede ser especialmente interesante en casas con niños, residencias de ancianos, escuelas infantiles, estudios de tatuaje, etc.
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